Hay una lucha que sucede dentro de mí. Aunque me duele admitirlo, ese campo de batalla es mi sexualidad.
Me doy cuenta que el resultado de esta lucha no sólo sujeta mi vida en sus manos, sino la vida de aquellos a quienes amo y cuido.
Ahora decido participar en la lucha por carácter e integridad Divinos no solamente para mi alma sino también para mi familia, amigos, hermanos y hermanas en Cristo, y por encima de todo, por mi Dios.
Estoy empezando a entender que no puedo ganar esta lucha por mismo. Estoy llegando a entender la verdad bíblica de “somos miembros unos de otros.” Por lo tanto, me rindo a Su Sabiduría, recurro al liderazgo de la iglesia, y me someto al proceso de la renovación de mi mente.
Cosas que yo puede hacer
• Asistir a un grupo pequeño semanalmente.
• Escribir mi definición de pureza sexual y compartirla con mi grupo pequeño.
• Poner mucha atención a: lo que miro; lo que escucho; lo que pongo en mi mente.
• Asumir responsabilidad por mis pensamientos y acciones.
• Describir verbalmente mis sentimientos.
• Hacer contacto con un(os) miembro(s) del grupo entre las reuniones del grupo pequeño.
Yo puedo aceptar que
• La sanidad es un proceso milagroso con el tiempo.
• La sanidad requiere sentimiento de dolor y aprender de él.
• Yo estoy a un día o a una hora de lejos del mismo viejo hábito.
• Un tropezón no para el proceso de sanidad y tendrá consecuencias.
• Me he vuelto hábil para mentir a otros y a mí mismo.
• No vivo aisladamente; mis elecciones afectan a otros.
• Mi reserva me retiene en la esclavitud al pecado.
Me comprometeré a
• Una buena voluntad a cambiar – y llevar a cabo el proceso.
• ¡Confidencialidad total! Yo hablo solamente mis experiencias fuera del grupo.
• Honestidad rigurosa con Dios, con mi grupo pequeño y conmigo mismo.
• Construir mi base de conocimientos (libros, cintas, videos, seminarios).
• Leer la escritura y orar.
• Un patrón bíblico de pureza sexual en mi vida.
• Un objetivo de 90 días consecutivos de pureza sexual
Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com/
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