Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe (Romanos 1:5)
LA OBEDIENCIA surge naturalmente en quienes, al ser salvos, siguen alegremente a Jesús. Pero no piense que somos salvos por obedecer. Jesús nos pide obediencia después de que nos ha salvado; requiere que nosotros lo sigamos, después que nos ha convertido en sus discípulos. La salvación viene primero, luego la obediencia.
Podríamos preguntarnos: ¿En qué se funda la obediencia? Es decir, ¿por qué debemos obedecer? Bueno, debemos hacerlo porque el Maestro tiene ciertos reglamentos y leyes que quiere que obedezcamos. Esos reglamentos son normas de conducta para que sepamos cómo debemos vivir y comportarnos ahora que somos sus seguidores. La razón es obvia: No sabemos cómo debemos vivir. Vivimos en un mundo donde prevalece el pecado y la maldad, que son opuestos a Dios. Nuestra vida anterior era una vida gobernada por elementos contrarios al carácter del Señor. Estamos acostumbrados a ellos. No conocemos otra cosa.
Dios quiere llevarnos a su mundo donde todo está en armonía con lo que él es. Al ser justificados por su gracia, comenzamos una nueva vida, pero estamos habituados a otra. Entonces, Dios tiene que darnos instrucciones y reglamentos que sirven para indicarnos cómo debemos comportarnos en la preparación para ese mundo nuevo adonde nuestro Padre quiere llevarnos. Es algo así como recibir un nuevo entrenamiento, una nueva educación. Dios quiere prepararnos para vivir con él, mientras continúa nuestra vida aquí en este mundo.
Por eso, él requiere obediencia de nosotros. No es una imposición. Lo necesitamos para estar en armonía con él. Si no aprendemos a obedecer en este mundo, no vamos a poder vivir en el mundo que Dios tiene preparado para nosotros. Por eso, la obediencia debe ser un deleite, porque nos prepara para algo mejor. Obedecer sus requerimientos es un entrenamiento que nos va a ayudar mientras estamos en este mundo, para estar en condiciones de vivir en el mundo que nos tiene preparado.
jueves, 27 de mayo de 2010
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