La Palabra de Dios en 2 Corintios 4:8-9 dice: “Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.En la vida, tú tienes dos opciones. Escoger ver lo que te está pasando o lo que no te está pasando. Pablo estaba atribulado, pero no angustiado; en apuros, pero no desesperado; perseguido, pero no desamparado, y derribado, pero no destruido.
Pablo no decía: “Oren por mí”. Cuando vio la situación, empezó a confesar con su boca todo lo que no le estaba pasando. Siempre hay un buen “pero”, no seas tú de las personas que busquen los malos “peros”. Pablo cuando tenía la tentación de ver lo que le estaba pasando, confesaba: “Estoy perseguido, atribulado, y derribado; pero no desamparado, angustiado y destruido”.
En tu vida puedes escoger si pones atención a lo malo que a veces tienes o a todo lo malo que no tienes, puedes poner atención a lo que te sucede o a todo lo que no te está sucediendo. Si te despidieron y te quedaste sin trabajo, no te quedes pensando en eso, te dejaron sin trabajo, pero no sin fe. Debes aprender a ser como el apóstol Pablo.
No te pongas a pensar en que estás atribulado. Mira que Dios no te ha desamparado. Si te derribaron, no te han derrotado, porque las Escrituras dicen que siete veces cae el justo y siete veces se vuelve a levantar. (Proverbios 24:16)
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