Nuestro hogar estaba sobre una colina detrás de unos árboles, pero la luz siempre permanecía encendida hasta que llegara toda la familia. A menudo, mi padre se sentaba en el porche de atrás y leía el periódico mientras me esperaba. “¿Cómo te fue?”, preguntaba. “Bastante bien”, le decía, ” pero qué bueno estar en casa”.
Estos recuerdos me hacen pensar en otro viaje, el que estoy haciendo ahora. No siempre es fácil, pero sé que al final me esperaba mi padre bondadoso y mi hogar eterno. Estoy ansioso por llegar.
Me están esperando. La luz están encendida y mi Padre celestial me espera. Supongo que me preguntará, así como mi papá solía hacerlo: “¿Como te fue?” “Bastante bien”, le diré, “pero qué bueno estar en Casa”.
Para el cristiano el cielo se deletrea C-A-S-A. -DHR
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. Salmo 73:24
Fuente: Nuestro Pan Diario, Publicaciones RBC
No hay comentarios:
Publicar un comentario